Andalucía
En Andalucía se pueden encontrar principalmente dos variedades de trufa: la Tuber melanosporum y la Tuber aestivum.
La Tuber melanosporum, también conocida como trufa negra o trufa de invierno, es la variedad más valorada y apreciada en la gastronomía debido a su sabor y aroma intensos. En Andalucía, se encuentra principalmente en la Sierra de Aracena y en la Sierra Nevada, en los bosques de encinas y robles. La temporada de recolección de esta trufa va desde finales de noviembre hasta principios de marzo.
La Tuber aestivum, también conocida como trufa de verano, es una variedad de trufa que se recolecta en los meses de verano, desde junio hasta septiembre. Se puede encontrar en diferentes áreas de Andalucía, como la Sierra de Cazorla, la Sierra de Segura y la Sierra de Aracena. A diferencia de la trufa negra, su aroma y sabor son menos intensos.
Además de estas dos variedades, también se pueden encontrar otras variedades de trufa en Andalucía, aunque en menor cantidad. Estas incluyen la Tuber uncinatum y la Tuber macrosporum.
Es importante tener en cuenta que la recolección de trufas en España está regulada por la legislación y requiere de permisos y autorizaciones, por lo que es importante buscar trufas frescas y de calidad en establecimientos autorizados y con experiencia en la venta de trufas.
Murcia
En Murcia se pueden encontrar principalmente dos variedades de trufa: la Tuber melanosporum y la Tuber aestivum.
La Tuber melanosporum en Murcia, se encuentra principalmente en la Sierra de Espuña y en la Sierra de Ricote, en los bosques de encinas y robles. La temporada de recolección de esta trufa va desde finales de noviembre hasta principios de marzo.
La Tuber aestivum se puede encontrar en diferentes áreas de Murcia, como la Sierra de la Pila y la Sierra de la Espada. A diferencia de la trufa negra, su aroma y sabor son menos intensos.
Además de estas dos variedades, también se pueden encontrar otras variedades de trufa en Murcia, aunque en menor cantidad. Estas incluyen la Tuber brumale y la Tuber macrosporum.
Comunidad Valenciana
En la Comunidad Valenciana se pueden encontrar principalmente dos variedades de trufa: la Tuber melanosporum y la Tuber aestivum.
La Tuber melanosporum en la Comunidad Valenciana, se encuentra principalmente en la comarca de Els Ports, en la provincia de Castellón, en los bosques de encinas y robles. La temporada de recolección de esta trufa va desde finales de noviembre hasta principios de marzo.
La Tuber aestivum se puede encontrar en diferentes áreas de la Comunidad Valenciana, como la Sierra de Mariola, la Sierra del Maigmó y la Sierra de Enguera. A diferencia de la trufa negra, su aroma y sabor son menos intensos.
Además de estas dos variedades, también se pueden encontrar otras variedades de trufa en la Comunidad Valenciana, como la Tuber brumale y la Tuber macrosporum.
Castilla la Mancha
En Castilla-La Mancha se pueden encontrar varias especies de trufas, aunque la más común es la Tuber melanosporum. Esta especie se encuentra en la provincia de Cuenca, principalmente en la Sierra de Cuenca y en la Sierra de Albarracín, en terrenos de montaña cubiertos de encinas y robles.
Otras especies de trufas que se pueden encontrar en la región son la Tuber aestivum, que se encuentra principalmente en la provincia de Albacete, en la Sierra de Alcaraz y en la Sierra del Segura, y la Tuber uncinatum, también conocida como trufa de Borgoña, que se encuentra en la provincia de Cuenca, en la Sierra de Cuenca, en la Serranía de Cuenca y en la Sierra de Albarracín.
También se ha reportado la presencia de la Tuber magnatum, la trufa blanca, en algunos puntos de la región, aunque en menor cantidad y de forma esporádica.
Castilla y León
En Castilla y León se pueden encontrar principalmente dos variedades de trufa: la Tuber melanosporum y la Tuber aestivum.
La Tuber melanosporum, se encuentra en zonas montañosas de la comunidad autónoma, como la Sierra de Gredos y la Sierra de Béjar. También se pueden encontrar en algunas zonas de la provincia de León y Zamora. La temporada de recolección de la Tuber melanosporum suele ser de noviembre a marzo.
Por otro lado, la Tuber aestivum, se encuentra en zonas más bajas y templadas de la región, como la comarca de El Bierzo, la Sierra de la Culebra y la Sierra de la Demanda. La temporada de recolección de la Tuber aestivum suele ser de mayo a septiembre.
Extremadura
En Extremadura, se pueden encontrar principalmente tres variedades de trufas: la Tuber melanosporum, la Tuber aestivum y la Tuber brumale.
La Tuber melanosporum, es la variedad más valorada y se encuentra principalmente en las sierras de San Pedro y Villuercas, aunque también puede encontrarse en otras zonas de la región. La temporada de recolección de la Tuber melanosporum suele ser de noviembre a marzo.
La Tuber aestivum, se encuentra en las mismas zonas que la Tuber melanosporum, pero su temporada de recolección es de mayo a septiembre.
Por último, la Tuber brumale se encuentra principalmente en la comarca de la Serena, aunque también se puede encontrar en otras zonas de la región. Su temporada de recolección es de octubre a enero.
Comunidad de Madrid
En la Comunidad de Madrid se pueden encontrar principalmente dos variedades de trufa: la Tuber melanosporum y la Tuber brumale.
La Tuber melanosporum, se encuentra principalmente en la Sierra Norte de Madrid, en zonas como La Cabrera, Lozoya y Rascafría. La temporada de recolección de la Tuber melanosporum suele ser de noviembre a marzo.
La Tuber brumale se encuentra en zonas como La Pedriza, en la Sierra de Guadarrama, y en la zona de San Martín de Valdeiglesias, en el suroeste de la Comunidad de Madrid. Su temporada de recolección es de octubre a enero.
Aragón
En la comunidad autónoma de Aragón se pueden encontrar principalmente dos variedades de trufa: la Tuber melanosporum y la Tuber brumale.
La Tuber melanosporum, se encuentra principalmente en las comarcas de Teruel y la comarca de Bajo Aragón. En Teruel, las zonas más importantes son la Sierra de Albarracín y la Sierra de Gúdar, mientras que en la comarca del Bajo Aragón se encuentra principalmente en la zona de Calanda y Alcañiz. La temporada de recolección de la Tuber melanosporum suele ser de noviembre a marzo.
La Tuber brumale se encuentra principalmente en la comarca del Bajo Aragón, en zonas como Alcañiz y Calanda, aunque también se puede encontrar en otras zonas de la región. Su temporada de recolección es de octubre a enero.
Cataluña
En la comunidad autónoma de Cataluña se pueden encontrar diversas variedades de trufa, entre las que destacan la Tuber melanosporum, la Tuber aestivum, la Tuber uncinatum, la tuber mesentericum y la Tuber brumale.
La Tuber melanosporum, también conocida como trufa negra, se encuentra principalmente en las comarcas de la Cataluña interior, como la comarca del Alt Urgell, Berguedà, Solsonès, Segarra, Priorat y Baix Ebre. La temporada de recolección de la Tuber melanosporum suele ser de noviembre a marzo.
La Tuber aestivum se encuentra principalmente en las comarcas del Alt Empordà, Baix Empordà, Garrotxa, Osona y el Berguedà. Su temporada de recolección es de mayo a septiembre.
La Tuber uncinatum se encuentra en las comarcas del Ripollès, Osona, Berguedà, Baix Ebre y Baix Empordà. Su temporada de recolección es de octubre a enero.
La Tuber brumale se encuentra en las mismas comarcas que la Tuber uncinatum, y Tuber mesentericum
Islas Baleares
En Baleares se pueden encontrar principalmente dos variedades de trufa: la Tuber melanosporum y la Tuber brumale.
La Tuber melanosporum, se encuentra principalmente en la isla de Mallorca, en zonas como el Parque Natural de la Sierra de Tramontana, el Pla de Mallorca y la zona de Llevant. La temporada de recolección de la Tuber melanosporum suele ser de noviembre a marzo.
La Tuber brumale se encuentra en las islas de Mallorca, Menorca e Ibiza, y su temporada de recolección es de noviembre a marzo.
Además de estas dos variedades, también se pueden encontrar en Baleares la Tuber aestivum y la Tuber magnatum, aunque en menor cantidad y no son tan comunes como las anteriores.
Islas Canarias
No existen variedades de trufas silvestres que crezcan de forma natural en las Islas Canarias, debido a la falta de clima y suelos adecuados para su crecimiento. Sin embargo, en las últimas décadas se ha desarrollado en la isla de Tenerife una producción controlada de trufas de la especie Tuber melanosporum, a través de la técnica de cultivo en ambiente controlado.
Este tipo de cultivo, conocido como truficultura, se basa en la imitación de las condiciones naturales que se dan en los bosques donde crecen las trufas. Para ello, se utilizan sustratos y técnicas de riego, ventilación y temperatura controladas, que permiten la reproducción de las condiciones ideales para el crecimiento de las trufas.
En Tenerife, la producción de trufas se concentra principalmente en la comarca del Norte, en zonas como La Orotava, Los Realejos o Santa Úrsula. Además, se han establecido empresas especializadas en la producción de trufas que comercializan su producción en el mercado local e internacional.
En cuanto a la variedad de trufa que se cultiva en Tenerife, se trata de la Tuber melanosporum, también conocida como trufa negra o trufa de invierno, una de las especies más valoradas y apreciadas en la gastronomía mundial debido a su aroma intenso y su sabor delicado y complejo.
La Rioja
En la provincia de La Rioja, se pueden encontrar dos variedades de trufas: la Tuber melanosporum y la Tuber brumale.
La Tuber melanosporum, es la variedad más valorada y apreciada en la gastronomía mundial debido a su aroma intenso y su sabor delicado y complejo. En La Rioja, se puede encontrar en zonas como Ezcaray, Santo Domingo de la Calzada o Haro, en los bosques de encina y roble.
La Tuber brumale, por su parte, es una trufa de invierno de menor calidad que la Tuber melanosporum, aunque también se utiliza en la gastronomía debido a su sabor y aroma. Se puede encontrar en las mismas zonas que la Tuber melanosporum, en los bosques de encina y roble.
En la provincia de La Rioja, se ha desarrollado en los últimos años una industria emergente de la truficultura, que busca la producción controlada de trufas a través de técnicas de cultivo en ambiente controlado. De esta forma, se pretende impulsar la producción local y dar a conocer la riqueza gastronómica de la región.
País Vasco
En el País Vasco se pueden encontrar dos variedades de trufas: la Tuber melanosporum y la Tuber uncinatum.
La Tuber melanosporum se puede encontrar en zonas como el Parque Natural de Gorbeia, en los bosques de encina y roble.
La Tuber uncinatum se puede encontrar en las mismas zonas que la Tuber melanosporum, en los bosques de encina y roble.
En el País Vasco, la truficultura se ha desarrollado en los últimos años, con algunos proyectos de producción controlada de trufas a través de técnicas de cultivo en ambiente controlado. También existen iniciativas para fomentar el turismo gastronómico en torno a la trufa, como la ruta de la trufa de Gorbeia, que incluye degustaciones y visitas a plantaciones de trufas en la zona
Navarra
En Navarra, una comunidad autónoma situada en el norte de España, se pueden encontrar varias variedades de trufa en diferentes localizaciones. A continuación, se detallan algunas de las variedades y los lugares donde se pueden encontrar:
Tuber melanosporum se puede encontrar en las zonas de Tierra Estella, Sierra de Lóquiz y Valle de Roncal.
Tuber uncinatum:se encuentra en zonas como las Sierras de Urbasa y Andía, y en la comarca de la Ribera.
Tuber aestivum se puede encontrar en la Sierra de Aralar y en la comarca de la Ribera.
En Navarra en los últimos años, se han creado diversas iniciativas de producción y comercialización de trufas, así como la organización de rutas y eventos gastronómicos en torno a este producto. La zona de Tierra Estella es especialmente conocida por su producción de trufa negra, y en ella se celebra la Feria de la Trufa cada año en invierno
Cantabria
En Cantabria es posible encontrar la trufa negra o Tuber melanosporum. Sin embargo, su presencia en la región es muy limitada y poco conocida.
La trufa negra se puede encontrar en zonas boscosas y húmedas de Cantabria, en especial en los valles de los ríos Pas y Miera, aunque su recolección es muy esporádica y requiere de un gran conocimiento de los bosques y de las técnicas de búsqueda de este hongo subterráneo.
Cantabria no es una de las regiones más importantes de España en cuanto a producción de trufa se refiere, pero su presencia en la región demuestra la diversidad micológica de la zona y la riqueza gastronómica que ofrece la región.
Asturias
En Asturias es posible encontrar varias variedades de trufas, aunque su presencia es escasa y poco conocida. Entre las variedades de trufa que se pueden encontrar en Asturias destacan la trufa negra (Tuber melanosporum), la trufa de verano (Tuber aestivum) y la trufa de invierno (Tuber brumale).
La trufa negra se puede encontrar en zonas boscosas y húmedas de Asturias, como los bosques de la Sierra del Sueve o en la Comarca de Oscos-Eo. Su recolección es muy esporádica y requiere de un gran conocimiento de los bosques y de las técnicas de búsqueda de este hongo subterráneo.
La trufa de verano se encuentra en zonas de montaña de Asturias, como en los Picos de Europa, y su época de recolección es entre los meses de junio y septiembre.
La trufa de invierno se encuentra en zonas boscosas de Asturias, como en el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, y su época de recolección es entre los meses de diciembre y marzo.
Galicia
En Galicia se pueden encontrar varias variedades de trufa, aunque su producción es limitada. La especie más común es la Tuber melanosporum, que se cultiva principalmente en la zona de la Ribeira Sacra, en la provincia de Lugo. Esta trufa es valorada por su aroma y sabor intensos y se utiliza en platos de alta gastronomía.
También se puede encontrar la Tuber aestivum, en la zona de O Courel, en la provincia de Lugo. Esta variedad es menos aromática que la trufa negra, pero su sabor es suave y agradable.
Otra variedad que se puede encontrar en Galicia es la Tuber uncinatum, o trufa de Borgoña, que se cultiva en la comarca de Valdeorras, en la provincia de Ourense. Esta trufa tiene un aroma y sabor sutiles y se utiliza principalmente en la elaboración de platos de cocina tradicional gallega.