En esta época, en la cual la Navidad esta prácticamente encima, y
queremos presumir de habilidades culinarias en las cenas familiares,
esta receta de roscon es sencilla, muy rica, y te ahorrara muchas
colas en la pastelería y encargos del ultima hora para que optimices
el tiempo (y el paladar) con ellos/as.
Ingredientes para un roscón mediano, para
entre 4/6 personas.
Para la masa necesitaremos:
- 75 gramos de azúcar glas
- Piel de 1/2 naranja
- Piel de 1/2 limón
- 100 ml de leche entera
- 25 gramos de levadura fresca (en caso de no disponer, se puede usar levadura química tipo Royal, pero el resultado no es el mismo)
- 15 ml de agua de azahar
- 15 ml agua de trufa
- 1 huevos grande
- Una pizca pequeña de sal
- 250 gramos de harina de fuerza (o harina para bizcocho, es prácticamente lo mismo)
- 40 gramos de mantequilla a temperatura ambiente.
Para la Decoración necesitaremos:
- Frutas confitadas al gusto
- Almendra laminada
- Azúcar blanquilla unos 20g
- Unas gotas de agua de trufa
- Huevo batido
Los utensilios de cocina necesarios serán:
- Dos boles, uno grande y uno muy grande
- Dos vasos
- Cuchara grande y de café
- Espátula o varillas
- Pincel de cocina
- Rallador
Elaboración de la masa
Según el tipo de harina que estemos utilizando, y cuan
familiarizado estemos con ella y su rendimiento, la cantidad
utilizada puede variar ligeramente de la expuesta en la receta,
tened en cuenta que ésta es una masa que ha de quedar
húmeda.
También hemos de preparar previamente la piel de la naranja y
del limón, quitándoles “lo blanquito”. MI abuela solía tener
colgadas secando varias pieles de naranja y limón durante todo
el año, para utilizarlas en recetas como ésta, o el arroz con leche.
Una vez hecho cualquiera de los dos ejemplos anteriores, la
rallamos y reservamos para empezar a mezclar ingredientes.
Sacamos la mantequilla del frigorífico para que pierda el exceso
de frío, habrá de trabajarse la mantequilla con una espátula
cuando este templada para lograr la textura de pomada.
Cómo hacer la masa a mano
Vamos a comenzar mezclando las pieles ralladas con el azúcar,
en el bol en que vayamos a preparar la masa. Calentamos
ligeramente la leche en un cazo, o en el microondas, solo para
que esté templada, a unos 45/50 grados. Retiramos del fuego y
mezclamos la levadura con la leche, asegurándonos que queda
completamente disuelta.
Vertemos la harina en el bol con las ralladuras y el azúcar,
hacemos una pequeña oquedad en el centro donde añadiremos
la leche con la levadura, el agua de azahar y de trufa, el huevo
completo y la pizca de sal. Incorporamos los ingredientes entre
si mezclando enérgicamente, con las manos o con una varilla,
para añadir por ultimo la mantequilla en pomada.
Cuando todos los ingredientes hayan ligado, trabajaremos la
masa hasta obtener una textura pegajosa que se peque un poco
a las manos.
En este momento preparamos la superficie para trabajar
nuestra masa con algo de aceite de oliva, o de trufa, al igual que
engrasamos ligeramente las manos. Continuamos amasando
hasta que homogenice su consistencia.
En un bol aún más grande que el empleado en mezclar nuestra
masa, previamente enharinado, depositamos la masa obtenido
formando una gran bola. El tamaño grande es muy necesario e
importante para que la masa pueda aumentar su volumen
correctamente gracias a la levadura y a su tiempo de reposo.
Cubrimos nuestra trabajada masa con un paño limpio, y
colocamos el bol para que fermente su contenido en un lugar
oscuro, no demasiado fresco, y a salvo de olores fuertes o
corrientes de aire, el interior del horno apagado puede ser una
buena solución. Pacientemente, dejamos que transcurra un
tiempo mínimo de 12 horas. Normalmente preparo la masa a
última hora de la tarde, y la horneo al día siguiente a media
mañana.
Pongamos que ha transcurrido ya el tiempo necesario para levar
la masa, entonces pondremos en la bandeja del horno papel de
hornear y daremos forma a nuestro roscón.
¿Cómo?, Fácil, deposita la bola de masa en el centro, abre con
tus dedos un agujero en el centro de la bolita y ve ampliándolo
con suavidad, estirando y pellizcando con cuidado.
Introduciremos aquí, por debajo, el haba y la (o las) sorpresas si
hay más de un peque por casa y tapamos bien los agujeritos que
hayamos hecho. Volvemos a dejar reposar unas dos horas,
cuando hayamos conseguido la forma de roscón que nos
apetezca que tenga.
Un truquito para calcular el tamaño del agujero interior de
nuestro roscón es dejar el doble de diámetro del que queremos
que tenga finalmente, ya que luego ampliara su volumen
ocupando más espacio, y si hemos hecho un rosco muy cerrado,
podemos encontrarnos al apagar el horno con una gran bola
/roscón en lugar de tener su característica forma.
Precalentamos el horno en 200 grados con calor en la parte
superior e inferior, unos 10 minutos.
Vamos ahora a “pintar” el roscón. Colocamos las frutas
confitadas donde queramos, al igual que las almendras en
láminas, y con un pincel de cocina vamos coloreando toda la
superficie del roscón. Para las roquitas de azúcar, mezclamos
unas gotas de agua de azahar o de trufa con el azúcar blanquilla
que teníamos dispuesta para la decoración, y las colocamos con
suavidad encima del roscón.
Para el horneado, bajamos la temperatura del horno a 180
grados, e introducimos la masa en la parte media o inferior del
horno, tened en cuenta que nadie conoce mejor su horno que
uno mismo para elegir a que altura ponerlo…
Dejamos hornear alrededor de 20 minutos, echándole un ojo a
mitad de cocción por si se estuviera haciendo demasiado, y
corregimos la temperatura si fuera necesario.
Otra opción es poner en este momento papel de aluminio sobre
la parte superior si es que se está dorando demasiado rápido sin
cocinarse en el interior. Recomiendo no dejar más de 20
minutos, ya que corremos el riesgo de que el roscón se reseque
demasiado.
Transcurrido este tiempo, sacamos del horno y lo pasamos a
una rejilla para que baje la temperatura y no se condense la
humedad en la base.
Y… ¡ya está! Si queremos rellenarlo, esperamos a que este a
temperatura ambiente para cortarlo por la mitad y añadir el
relleno que hayamos preparado, como el de delicioso chocolate
trufado cuya receta ya compartimos AQUÍ.